viernes, 11 de marzo de 2016

Camino elegido

Un día aprendí a no esperar tus llamadas, ni mensajes. Un día me di cuenta que no te necesitaba para ser feliz. Que lo tenía todo para serlo. El resto solo es añadidura, pero no una añadidura necesaria, sino opcional.

Es feo quererte sin que me quieras. Es feo llamarte y que no me respondas o que te rías de mis opciones de vida, o que simplemente seas indiferente a mis planes, incluyéndote.

Tengo dos caminos: seguir contigo (físicamente y mentalmente) o despegarme y seguir avanzando. Creo que ya escogí mi camino y aunque me cueste -al comienzo- porque suelo ser sentimental y a veces jodidamente llorona, sé que pronto pasará. Ya me pasó antes y ¿sabes qué? Pasó.

No tengo miedo a la soledad, no importa si viene por kilos o litros. Solo quiero estar en paz y en un estado equilibrado. Sin la angustia de tus ausencias, ni la angustia de que si me amaras o no.

Hoy por hoy, te digo que de mi boca salen cosas que esa parte de mi cerebro ya no sienten. Seguiré usando el Metropolitano, seguiré ahogándome con los olores de la gente de miércoles pero lo haré sola. 

Usaré todos los días esa estación donde alguna vez me prometiste 99 años de felicidad, pero ya no sentiré lo mismo. Es más, algún día, simplemente ya ni lo recordaré.

Y es que es así. Bueno, así soy yo. Cuando amo, lo hago con el alma (hígado, riñón, ojos, nariz, etc) pero cuando dejo de amar, (o me desilusiono) ni Dios lo cambia.




viernes, 4 de marzo de 2016

Mi vida tiene tu nombre

Es viernes y yo tengo en la cabeza muchos recuerdos. Algunos se refuerzan con algunos escritos que acabo de hallar en mis apuntes pasados. Siento que han pasado casi dos años de situaciones pésimas, pero también de cosas maravillosas como ver crecer a Daniel, mi verdadero amor.

A veces, me avergüenzo al recordar que no fui muy feliz durante mi embarazo. Si es cierto, que el papá de Daniel no fue muy bueno, pero al margen de todo ello, debí ser feliz, porque tenía a Daniel en mi panza. Ok, no podemos olvidar las malditas nauseas, los mareos, los vómitos o los pies hinchados, pero, nada de eso tiene mayor importancia. Hay que vivir cada momento al máximo porque no sabes si lo podrás volver a vivir otra vez en tu vida. Todas las noches veo a Daniel como crece, cada vez sus pataditas son más fuertes, sus reacciones son de un niño que crece y si bien es cierto le agradezco a Dios todos los días por ello, también me da mucha nostalgia, porque sé que en unos años él ya no querrá dormir conmigo, ni querrá que le bese sus piecitos, su barriguita o simplemente lo llame: mi ‘bebé hermosho’.

Por eso, hoy, un día cualquiera de mi vida quiero escribirte algo hijo mío, espero alguna día lo puedas leer.


“Daniel, actualmente tenemos una relación de un año y medio -y algunos días- y puedo jurar que te amaré hasta que mis ojos se cierren. Nada ni nadie cambiará mi amor hacia ti amor. Si algún día lees esto, quiero que sepas que en medio de tanta tontera que escribía en este blog, también escribí de ti, de tu significado en mi vida, de tu vida que me dio vida. Quiero que sepas que por ti soy capaz de todo, porque contigo lo soporto todo, pero sin ti nada, mi amor… Nada ni nadie nos separará, papá. Siempre nuestras manos y pies estarán juntos. Paso por paso, creciendo juntos y aprendiendo el uno del otro. Si algún día me porto algo ‘mala’ contigo, créeme que es por tu bien, o por lo menos creo que es así. Nunca haría algo para lastimarte. Jamás quise hacerte algún daño, amor. Perdóname si alguna de mis decisiones te lastimó o te lastima. Nunca fue mi intensión mi amor. Tu mamá Sandy, papá Daniel, tu tía Melina y yo siempre hicimos una barrera para protegerte de todo, espero que no hayamos fallado querido hijo. Te declaro mi amor para hoy, mañana y más allá de la muerte mi bebé hermoso”. Que Dios te proteja siempre mi vida.

miércoles, 18 de marzo de 2015

El edicto



Hoy es 18 de marzo del 2015. Tengo tu edicto matrimonial al lado. Para no despertar sospechas hago como si estuviera escribiendo algo importante. Quizá para ellos no lo sea, pero para mí sí lo es, por eso intentaré o fallar. No tener faltas ortográficas, ni redundancias.

No cabe duda que fuiste el amor de mi vida. No me cabe duda que te seguía queriendo pese a los años sin vernos, pese a la incomunicación. Ahora entiendo lo que es el amor de verdad. El amor nunca se va. Se transforma y duele en cualquier momento. Cuando crees que no va a doler más, mentira, ahí está siempre hincando.

Leo, y releo tu edicto, no puedo creer que esté ahí... no puedo creer que exista de verdad. Soñé tanto ver esas letras, pero con nuestros nombres juntos. Una vez me dijiste que me habías soñado con un vestido blanco pero que tú no eras el que estabas a mi lado, sino otro. No te equivocaste. Tu visión fue premonitorio. No seré yo con quien te cases por todas las de la ley este sábado o el otro. Realmente ya no quiero saberlo. No sé si pueda soportar verte vestido de traje, agarrando de la mano a otra chica. Ella se llevó todo aquello que yo siempre quise. Tú. Ahora siento ese temblor del que una vez me hablaste cuando me imaginaste con otro. Ahora siento ese ardor en el estómago. Siento esa opresión. ¿Cómo saldré de esto ahora? Siento que estuve en el suelo y que con tu edicto de mierda me lanzaste una patada justo ahí, en la herida.

Hoy, tras casi desmayarme con tu edicto, me pregunto si tú te enteraste de mi matrimonio. Hoy me pregunto si te dolió, aunque sea un poquito, que yo me haya casado?. Hoy me pregunto si tu día cambio cuando me casé. Nunca lo sabré. Nunca sabré nada más de ti. Te conozco tan bien que sé que te quedarás con ella para siempre. Jamás volverás a alejarte de ella. Jamás la dejarás sola. Ella tendrá la felicidad que me negaste a mí.

No sé si es un castigo lo que me pasa ahora, justo ahora, cuando mi vida sentimental se desmoronó, cuando tengo a un hijo al cual amo mucho, pero estamos solos. Debo respirar y levantar la cabeza. Buscar el lado agradable de todo esto. Quisiera llorar y gritar. Con mi llanto acabar con todo esto que siento por dentro. Imagino que ahora es cuando debo creer en aquello que dicen: uno de amor no muere. 
Voy a dejar de escribir justo ahora. Voy a dejarte partir aunque duela. Debo dejarte ir porque ya no debes existir ni en mis recuerdos. Nuestras historias, nuestros viajes serán hechos que jamás saldrán de mi mente, pero ya no saldrán de mi boca. Quizá mientras maneje, o esté atrapada en el Metropolitano recuerde aquellos días cuando caminábamos por Castrovirreyna, debajo de la lluvia, casi abrazados para darnos calor. Cuando luchábamos por cada plaza del Minsa, cuando adoptamos a Ruffo y nos convertimos en una familia. Cuando nos asaltaron y lo único que me importó fue que estés bien... Nunca más haría algo así por nadie, excepto por mi hijo... creo que dentro de todo Dios es sabio, sabía que no podía tener dos amores tan grandes en mi vida, y él decidió que tú te vayas para siempre. 
Hay algunas cosas más que recordar, pero ya no queda tiempo. Ya no quiero darle tiempo. Espero que seas feliz y que hagas feliz a quién elegiste.
Ahora debo ir a casa a abrazar a mi hijo. Necesito su abrazo. Sus cachetaditas. Necesito dejarte ir. Pero de verdad. Dejarte ir.

viernes, 28 de marzo de 2014

Escrito: Agosto 2013
Hoy soñé con tu cara. Soñé con tus ojos, con tus pupilas dilatadas como cuando me mirabas. No siento que te extrañé, solo extraño tu buen trato. Tus atenciones, aquellas que me ilusionaron y me hicieron sentir tan bien… Recuerdo que cuando empezamos nuestra relación, yo decía: “que suerte tengo, es bonito, bueno y muy inteligente. Y está enamorado de mí…”  Recuerdo tus detalles, tus globos colgando del techo de mi cuarto en un aniversario cualquiera. Los supuestos televisores ‘plasmas’ que me dabas de un momento a otro. Tu popular: “hacemos lo que quieras, bebé.” A veces, pienso y me pregunto: “¿por qué no abrí esa puerta, aquel domingo…? ¿por qué fui tan infantil?, ¿por qué te dejé ir? ¿Por qué no te llamé en la semana…?” no luché por nuestra relación, no luché por recuperarla.
Siempre supe que el día que decidieras irte lo harías sin dar marcha atrás pese a cualquier suplica, pero nunca me imaginé que sería tan rápido. Hoy no recordaré tus defectos porque necesito pensar en lo positivo para sentirme feliz porque actualmente nada es como soñé alguna vez. Mis pasos me han llevado tan lejos de mi pasado y aunque sé que quisiera regresar no lo voy a hacer porque he renunciado al ayer.
Recuerdo los bonitos momentos, hasta las ‘billy’s’ de los sábados por las noches, recuerdo las patinadas frente al mar. Las conversaciones de sueños camino a mi casa por la avenida Colonial. Recuerdo aquel febrero del 2012, que nos pusimos casacas y salimos a pasear por el  malecón porque todo estaba nublado. No podía subir ninguna foto nuestra, es cierto, pero me sentía muy segura a tu lado. Sabía que me querías y que me atendías como una princesa. Aunque parezca mentira extraño hasta tu olor a ‘viejo’. No sé si te extraño a ti, solo sé que extraño que alguien me quiera como tú me quisiste y que cuide como tú lo hiciste.
Cada 28 de cada mes, mi corazón vibrará hasta que tenga algo que cambie esa situación. Me hubiera gustado haberte enterrado antes de querer caminar otra vez, pero no lo hice. Y ahora a escondidas veo vídeos, leo cosas que debí echar a la basura y guardo mis abejas. No creo que te vuelva a ver pronto. Es más no sé si te vuelva a ver otra vez. Solo sé que la persona que yo conocí y que me decía: “ya llegué bebé, perdóname por haber llegado tarde” desapareció y que solo puedo recordarla para sonreír y no sentirme tan sola en ocasiones. Gracias por todas las buenas emociones y los sentimientos que me regalaste. Discúlpame por haberte hecho llorar y haberte desesperado.

jueves, 12 de enero de 2012

RELACIÓN 2.2 ¿TIENE FUTURO?

¿En qué momento perdimos la costumbre de ir a buscar a nuestro amado?¿En qué momento perdimos el detalle de esperar en la puerta de una casa pese a la lluvia o el frío intenso? ¿Por qué nos hemos vuelto tan simples y pocos románticos? Tanto que cuando alguien lo es nos parece 'raro' o 'viejo'... Ayer una amiga recibió un e mail de despedida, minutos después que ella había enviado un e mail ‘salvavidas’ para su relación.

Como era lógico, ella lo tomó como un baldazo de agua fría a su caliente ilusión, y él solo quedó confundido ¿Hasta dónde el Internet y el maldito Blackberry ayudan o joden nuestras relaciones sentimentales?

En lo personal, recuerdo haber mantenido discusiones vitales por el msn del Blackberry. Incluso he terminado relaciones lindas por mensajes de texto, y me han herido garrafalmente con confesiones a través del maldito celular. Si bien es cierto la modernidad nos ayuda a no estar tan lejos de los seres amados, también puede ser nuestra 'Espada de Damocles' que en cualquier momento puede caer sobre nosotros y partirnos por la mitad.

¿Pero qué hacemos si todo es ahora por Internet? Hace unos días me enviaron rosas y me pareció 'extraño', pues estoy consciente que también me he acostumbrado a las tarjetas virtuales, a los poemas copiados y al 'floreo'. Ese hecho despertó un interés en mí, no por la persona que me las envió, sino por reflexionar sobre ¿a dónde vamos a parar con tanta tecnología? Es agradable saber que aún puedes inspirar romanticismo en alguien, es decir, esa chispa antigua que despertaban las doncellas en sus amados. Actualmente, de cada cien chicos dos son románticos, el resto es gay, está casado o es bisexual.

Las chicas de ahora nos estamos quedando solteronas no por convicción sino por indecisión… ¡Qué jodido es esto! A mí parecer los chicos han perdido los detalles por culpa del Internet. ¡Maldito Internet!

¿Dónde quedaron las tardes en el parque, las salidas al cine mudo o el teatro o los mariachis? ¿Dónde quedaron los marcianos de fruta o los paseos en patines y bicicletas? Creo que en el pasado de todos. Antes nos pedían nuestro número de casa ahora nos piden nuestros PIN. Antes mamá se enteraba que alguien estaba interesado en mí por las cartas que me escribían y arrojaban a mi balcón y ahora ni cuenta se da pues todo es por correo electrónico. Frialdad y más frialdad.

A veces es rico regresar al pasado y recibir cosas que parecen trilladas o aburridas. Bueno yo soy a la antigua y me gustaría ser conquistada así. ¿Llegará alguien a mi vida con intenciones tan sanas?, jajajajaja! una buena pregunta que solo el tiempo me podrá responder.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Bipolaridad en el amor

Mis sentimientos cambian como cambiar de canal o de polo. ¡Qué inestabilidad por Dios…! Hoy te puedo amar y mañana ni me acuerdo de ti. Mi padecimiento se llama ‘bipolaridad en el amor’ o más sencillo: ‘inestabilidad’. Un día amo con locura y pasión a una persona y al día siguiente me olvidé de todo. Ya me causa gracia… Sí, mejor rio antes de llorar porque si sigo así terminaré más sola que la 'Loca de San Blass'.
Mi situación me recuerda a la película de Adam Sandle y Drew Barrymore ‘Como si fuera la primera vez’. En este tráiler esta chica perdía la memoria cada día que se levantaba y hacía lo mismo todos los días… el galanazo de Adams tuvo que conquistarla muchas veces y cada día de manera diferente. Una bella y súper ficticia historia de amor. Nadie te quiere reconquistar ni dos veces al año, quién querrá hacerlo por 50 días seguidos? Jajajajajaja.

En honor a la verdad yo estoy peor que ella, porque por lo menos Drew en su subconsciente sabía que su amado tenía la cabeza con forma de huevo mientras que yo no sé cómo es mi amado. No lo tengo ni siquiera ubicado. Por quién luchar? A quién encontrar? De amar? No hay un rumbo fijo en mi vida amorosa. Esto debe ser un problema? Espero que no porque pretendo –por lo menos hoy- quedarme así por mucho tiempo.

Ayer conversando con unos amigos bomberos me di cuenta que las acciones a seguir en mi vida son dos: conseguir un novio por internet (y por cobrar) o resignarme a quedarme a vestir santos. Y la verdad no sé qué hacer…
Me he convertido en una mujer sin escrúpulos y sin remordimiento, hace poco enamoré a un ex, lo ilusioné y luego lo boté como basura (bueno él era una basura y se lo merecía) Consigo lo que quiero y luego lo dejo, actúo por impulso y sin premeditación ni alevosía, solo es locura o mejor dicho y con todas sus letras inestabilidad emocional.

Mis ejes empiezan a moverse, mi mente de ayer tenía una perspectiva diferente a la que tiene hoy (hasta nuevo aviso) Esta mañana hablé con una amiga y afiné mi siguiente paso en la vida… Haré todo lo posible para que se concrete de lo contrario me entercaré para que suceda. La vehemencia se apodera de mí y empiezo a creer que todo lo que quiero hacer se debe concretar. Me voy a reír para no llorar…

sábado, 17 de diciembre de 2011

Bye

No estamos bien, aceptémoslo
Qué raro es todo. Cuando tú hablas castellano yo hablo chino mandarín, cuando yo agarró la ruta ‘A’ tú agarras la ruta ‘B’, qué complicado!! Por qué los enamorados no podemos andar de la mano sin tropezarnos cada media hora? Cosas del orinoco.
Cuando crees que las cosas han mejorado, todo se torna gris. Mi corazón ya parece un pallar en agua, todo arrugadito de tanto querer. Hoy mi chico me despertó con algo distinto: indiferencia y yo sentí algo que últimamente siempre se apodera de mí: pena.
Pero qué puedo hacer? O qué puedo pretender que él haga? Nada. Quisiera ser la de antes pero a veces las cosas cambian, las ilusiones se moldean y no es que se pierdan, solo se transforman. Pero a veces tú no lo entiendes. Yo no quiero dejarte ir pero si eso te hace feliz qué rayos, adelante, sigue tu camino.